30 noviembre 2007

Enrique San Francisco. Toda una vida encima de los escenarios

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"Yo nunca me interpreto a mi mismo, ¡soy actor!"

Enrique San Francisco comparte con los colegiales del C. M. Marqués de la Ensenada sus experiencias en el mundo del espectáculo.

Enrique San Francisco es uno de los actores más apreciados de nuestro país. Dicen que su asombrosa naturalidad unida a su esperpéntico físico hacen de él un personaje más que un actor de a pie, aunque él en contra de esta suposición afirma, “Yo no me interpreto a mí mismo, ¡soy actor!” a la vez que añade que aunque los papeles de sinvergüenza son los que más se ajustan a su personalidad, él en la realidad no es como lo vemos en sus interpretaciones.

A lo largo de su exposición, La formación del actor: del diálogo al monólogo, abordó cuantiosos temas relacionados con el aprendizaje del actor en general y con su experiencia en la profesión en particular. Comenzó refiriéndose a los primeros pasos de un artista en el mundo del espectáculo, “Las bases de un actor se sustentan sobre las tablas del teatro”, dijo el famoso cómico, dejando constancia de la importancia que el teatro tiene en la evolución y el desarrollo de un buen interprete.

Este entrañable comediante ha bebido desde su más tierna infancia de la fuente del teatro. Tanto es así que la condición de artista que con tanto honor ostenta le viene de familia. Su madre era artista de circo y su padre actor. Circunstancia de la cual se siente muy orgulloso, “He nacido acostado en la cuna del teatro y quiero morirme de pie y sobre un escenario” decía en tono melancólico “el marqués de crápula” como se le conoce dentro de la profesión.

En referencia a sus inicios, el madrileño pronunció frases como “Cuando eres pequeño y trabajas en el cine es un privilegio” o “De pequeño me gustaba mucho lo de ser actor porque así me libraba de ir al colegio”. Frases muy ilustrativas de sus prematuros comienzos en la profesión ya que Enrique San Francisco empezó su larga carrera interpretativa a la temprana edad de 6 años, acumulando en la actualidad más de 50 trabajos que engruesan su dilatada trayectoria.

El veterano actor cuyo trabajo tanto en los escenarios como en los estudios cinematográficos se ha orientado casi por completo por el camino de la comicidad señaló: “Me gusta el humor que se basa en la absoluta realidad y no en lo caricaturesco y en la exageración” y además reseñó que “Tiene mucho más mérito el humor basado en cosas reales y cercanas”, mostrando su inclinación hacia un humor plenamente realista y alejado de lo grotesco.

De su trabajo en el teatro San Francisco quiso remarcar: “No me podría considerar actor sin los conocimientos que me ha regalado el teatro”. Es necesario advertir que la mayorá de sus trabajos se representaron principalmente sobre el escenario de un teatro, de entre ellos destacan numerosos títulos como Francamente…la vida según San Francisco, Se quieren o Entre fuerte y flojo en la que además compartía cartel con Pablo Motos.

Al igual que en el teatro este peculiar actor también acumula numerosos títulos de renombre en su filmografía como por ejemplo Orquesta club Virginia y El baile del pato, ambas del cineasta Manuel Iborra; Amanece que no es poco de José Luis Cuerda o más recientemente El chocolate del loro de Ernesto Martín. “Me dan papeles de tipos raros por mi apariencia, pero eso me gusta”, dice entre carcajadas revelando su enorme sentido del humor.

En cuanto a su aparición en la pequeña pantalla Enrique siempre ha interpretado papeles secundarios, “Prefiero los papeles secundarios que los de protagonista, porque si estas bien luces más y si estas mal molestas menos”. Destacan sus numerosas participaciones en series de televisión de gran calado en los índices de audiencia como Los ladrones van a la oficina, Ni contigo ni sin ti, Pepa y Pepe o desde el año 2001 Cuéntame como pasó.

Otra de las facetas más conocidas del cómico son sus colaboraciones en algunos programas televisivos de corte humorístico que gozan de gran reconocimiento entre el público español como La noche con Fuentes y Cia o El club de la Comedia, “Llevo cerca de 40 monólogos hechos en el programa y me considero como uno de los abuelos de El club de la comedia”, programa este último en el que participa desde sus comienzos y de lo cual se siente muy orgulloso.

Es el monólogo una de las técnicas interpretativas que el actor de 50 años más explota en sus apariciones en la pequeña pantalla, por eso empleó buena parte de su exposición en explicar sus experiencias con esta técnica de interpretación, “Cada vez que interpreto un monólogo es como quitarme 4 Kg. de encima”, explicaba el actor para mostrar la dificultad que entraña la composición del texto y su posterior puesta en escena.

Destacó además la importancia que tiene el orden a la hora de interpretar un monólogo para que el público lo entienda como un todo cohesionado. Al hilo de esta observación aprovechó para comentar la necesidad que tiene siempre que se sube a un escenario de sentir la presencia del público, “Me gusta ver al público en directo y que ellos me vean a mí”, afirmaba humildemente ante las cerca de 300 personas que ocupaban la sala.

En otro momento de la conferencia, San Francisco evaluó la situación que atraviesa el cine español utilizando la palabra “crisis” para definirla y refiriéndose a ella como un problema de concepto difícil de enmendar. “Los cineastas cuentan historias que no le interesan a los jóvenes que son los verdaderos consumidores y tampoco se interesan por conocer sus inquietudes”, mencionaba de este modo las causas que según él acarrean este mal momento.

Aún así, a pesar de la situación tan precaria que atraviesa el cine de nuestro país, el actor español quiso dejar abierta una puerta a la esperanza diciendo: “Seguro que con el tiempo la gente que ahora es joven hará cine y el cine español retomará el pulso perdido y le dará un nuevo cariz a la situación actual”. En el mismo plano que el cine, el humorista también valoró el estado de la TV en España, calificándola como una verdadera pena.

Añadió a colación: “La televisión es un medio maravilloso pero esta muy mal aprovechado”, dejando constancia con frases como esta de la repulsa que siente hacia los programas calificados de tele-basura que ocupan un amplio sector de la parrilla televisiva en los últimos años. Sentenció además, a modo de reflexión, que el negocio de la vida hoy en día es comprar y vender, pero para que la gente compre es necesario ofrecer un buen producto.

Por otro lado “el marqués de crápula” también quiso agradecer los premios y galardones que reconocen sus méritos en la profesión “Agradezco mucho los premios que he recibido siempre que sea la gente quien te los dé y no un grupo reducido”. Fue premiado a lo largo de toda su vida en los escenarios con numerosos galardones de entre los cuales destacan, en 1979 el título de mejor actor de Madrid y sus dos nominaciones para los premios Goya.

A pesar de sus cerca de 40 años en la profesión, el actor madrileño se mostró muy ilusionado con seguir trabajando durante muchos años más, “Con el paso de los años, eres aún mejor actor; me queda mucho por aprender y además quiero seguir creciendo como persona y ser cada vez mejor actor” y dijo además: “No he llegado al clímax de mi carrera pero tampoco me pongo metas para ello”, reafirmando así su intención de continuar en escena.

Actualmente y tras superar un terrible accidente de moto que le ha hecho ver la vida de otra manera, “De las desgracias también sale el humor. Cada chiste encierra una pequeña desgracia; me tomo la vida con ironía porque hay que seguir adelante”, este peculiar actor continua trabajando con la ilusión del primer día, a pesar de definir a su profesión como “muy dura” ya que el trabajo de un buen interprete depende mucho de su estado de ánimo.

Finalmente y tras haber concluido su exposición, San Francisco dijo: “Quiero seguir trabajando durante muchos años más y continuar arrancándole sonrisas a la gente que son el verdadero motivo que me ayuda a seguir adelante”, poniendo así, el punto y final a la conferencia. Posteriormente se abrió una rueda de preguntas en la que todo el público asistente que así lo quiso, pudo saciar su curiosidad en los diversos planos que componen la figura de este carismático actor.


Breve reseña biográfica: Enrique San Francisco

Cínico, extravagante un tanto vividor y gran actor. Enrique San Francisco es el donjuán más inverosímil. Uno de los actores españoles con más bagaje del mundo de la farándula en España.

La primera vez que pisó las tablas de un escenario para actuar delante de público fue en 1961, con la obra «Héroes de blanco». Más tarde llegarían otras representaciones como «Los ochenta son nuestros», «La noche del sábado», «Decíamos ayer» y «La vida, según San Francisco», entre otras muchas.

Ha participado en largometrajes como «Diferente», «Fin de semana», «El arte de casarse», «Estoy hecho un chaval», «La larga noche de los bastones blancos», «Maravillas», «Estoy en crisis», «El pico», «Amanece que no es poco», «El baile del pato», «Orquesta Club Virginia», «Acción mutante», «Tirano Banderas», «Días de gloria», etc.

Su faceta como actor también la ha desarrollado en series de ficción para televisión, entre las que destacan «La mujer de tu vida», «Los ladrones van a la oficina», «Colegio Mayor», «Pepa y Pepe», «Colegio Mayor II», «Blasco Ibáñez», «Ni contigo ni sin ti», «Ellas son así», «Condenadas a entenderse» y «Robles, investigador». Últimamente, interpreta a Tinín, el regente de la bodega de «Cuéntame como pasó».

Para televisión ha interpretado monólogos en «El club de la comedia» y era uno de los colaboradores habituales de «La noche con Fuentes y cía.».

Estos trabajos tan solo son algunos de los más de 50 trabajos que componen la larga y productiva carrera de Enrique San Francisco encima de los escenarios.


Conferencia de Enrique San Francisco, "La formación del actor: del diálogo al monólogo", celebrada el 23 de febrero de 2005 en el C.M.U. Marqués de la Ensenada (Madrid)

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