01 diciembre 2007

Brazo a "fabiola"

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Ser estudiante se convierte, en ocasiones, en una carrera de fondo por la supervivencia en la que hay cientos de obstaculos que solventar. La cocina suele ser, con bastante normalidad, una de las estancias de la casa mas rehuidas y detestadas para los que no fueron muy enseñados en las nobles artes culinarias. Pero es ahí, en las condiciones mas adversas, en donde surgen los halos de creatividad mas maravillosos.

Acostumbrado a la holgazanería del que lo tiene todo hecho, he descubierto muy a mi pesar que la cama, el suelo, y la comida; no se hacen, ni se barren y mucho menos se preparan solos. La realidad me sorprendió, una vez más, por la esplada y me golpeo con crueldad, alevosía, premeditación y nocturnidad. ¡Qué desproposito!

Todavía desconcertado y aletargado por el encontronazo con la angustía del que no sabe si (ni qué) comerá mañana, en el piso madrileño de la calle Leñeros Nº 29 hemos decicido declarar la guerra a los fogones y silenciar los rugidos desconsolados de nuestros estómagos. Eso sí, a costa del sacrificio de una dieta equilibrada.

Así, sin hechar mano de un buen libro de cocina como habría sido pertinente, hemos dado rienda suelta a la imaginación para crear un postre digno de los paladares más exigentes y de las mesas más adornadas. El nombre: "Brazo a fabiola". ¿Y por qué un nombre así?. No se exactamente, pero suena tan bien como sabe.

Receta

- 1 paquete de galletas "Marbu Doradas".
- 1 litro de leche
- Mantequilla
- Cola-cao
- Azúcar moreno
- Cocotins (copitos de coco de Mallorca)
- 1 sobre de café
- Mucha paciencia

Preparación

a) Se prepará en un cazo 1/2 litro de leche caliente.

b) Con una cafetera se hace café para mezclar posteriormente con la leche que antes calentamos

c) Si hemos seguido correctamente todos los pasos deberíamos obtener un mejunge marronaceo similar al café con leche.

d) Se añade azúcar moreno en la cantidad que la glotonería del cocinero considere más apropiada.

e) Por otro lado, se cogen una a una varias galletas (tantas como uno considere) y se untan por una de sus caras con una capa generosa de mantequilla.

f) Una vez tenemos las galletas rebosantes de mantequilla se les añade cola-cao por la zona mantecosa. El procedimiento es sencillo. Con los dedos índice y corazón bien provistos de cacao se presiona sobre la parte pringosa de cada galleta y se ejecutan movimientos circulares de izquierda a derecha a una velocidad media. Siempre de izquierda a derecha, de lo contrario el resultado final podría causar una indigestión a sus comensales.

g) Después de tener las galletas preparadas se van mojando una a una en el menjunge que habíamos preparado hace seis pasos y se pegan una detrás de otra combianando la cara pegajosa de la primera con la cara resbaladiza de la siguiente. Esta parte del procedimiento ha de cumpirse tal y como viene expresado en estas líneas, porque de hacerlo al revés ya habrán comprobado que algo no funciona.

h) Más adelante, una vez terminada esta primera parte del proceso, obtenemos un postre con forma de brazo alargado. Si el chef así lo cree conveniente, se puede añadir más cola-cao y/o café por las paredes exteriores de este consomé de colesterol.

i) A punto estamos ya de terminar nuestro "Brazo a fabiola". El toque final tiene acento catalán. "Cocotins", un postre mallorquí con forma de copitos de nieve y hecho a base de coco, ¡muy ricos!. Si a estos cocotins se les aplica la fuerza necesaria, pronto tendremos coco en polvo con él que rociar nuestro dulce de galleta.

j) Solo queda coger un puñado de coco molido y dejar que se desprenda suavemente de entre nuestros dedos hasta conseguir que la "tarta" se vuelva blanca como la nieve.

k) Poner en una fuente adecuada. Cuidar algunos easpectos de la presentción y dejar que se enfríe durante una o dos horas en la nevera.

l) Listo para comer y disfrutar en buena compañía!

El "Brazo a fabiola" es un postre de la "nouvelle cuisine" hecho por y para estudiantes con un nivel bajo de exigencia en la cocina pero con mucha, mucha hambre.

El gourmet de alta alcurnia que ha concebido esta delicatessen culinaria no es otro que Marc Caldés Colomar, un experto naviero curtido en mil batallas marinas y gastronómicas , eso sí con la inestimable ayuda como pinche del abajo firmante.

PD: La presentación no es el fuerte de este plato pero su intenso sabor y su aroma incomparable son un lujo
para la mesa del mejor restaurante. Buen provecho.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

si primero nariz pasar,,, tu mojar!!!!!!!

Malena dijo...

Esto es incomible!!!! Amigo mìo, por favor...
Jajajaja!!!!

Anónimo dijo...

meloncillo mío... pero qué haces! Naviero curtido? Ese RAE!!!!

Anónimo dijo...

Las galletas mejor con galletas María de Quely

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