19 noviembre 2008

Después de todo...se hizo la luz

Algunos acontecimientos cambian el mundo de manera irreversible. El 11 de septiembre de 2001 fue uno de esos días oscuros en los que el despertador no tenía que haber sonado. El terrorismo atentaba gravemente contra New York, contra el imperialismo estadounidense y contra el corazón de cada persona. Después de aquello...el futuro que nos espera ya nunca será el mismo.

A raíz de la caida de las Torres Gemelas se promovieron numerosas iniciativas en recuerdo a las víctimas del World Trade Center. Una de ellas fue el rodaje de una película colectiva compuesta por 11 cortometrajes dirigidos por 11 directores diferentes y de una amplia diversidad cultural. La cinta fue divulgada con el título alusivo de 11´09´´01 Once de Septiembre. Fue un mensaje de paz, una mirada tranquilizadora a un mundo desvocado.

Sean Penn fue el director de uno de aquellos cortos con el que quiso, en poco más de 11 minutos, transmitir un sentimiento de dolor por la perdida y de esperanza para el resto del camino. Un relato magnífico encarnado por Ernest Borgnine, uno de esos secundarios de lujo del Hollywood de antaño, que dice que incluso desde la repulsividad hacia los crímenes más atroces también queda lugar para la poesía y para la memoria.

El mundo se derrumbó en aquel 11 de septiembre. Desde entonces tenemos la firme obligación de construir desde el centro de la gran ciudad una nueva aldea global sin sombras que marchiten el viejo y trasnochado ideal de vivir en paz algún día. Entonces...se hará la luz.

4 comentarios:

Alejandro Marcos Ortega dijo...

Vya cambio de look que le hs dado a tu blog, me parecía más bonito antes pero bueno... jejeje
el 11s es una de esas cosas q todos recordaremos siempre.

Carlos Felipe dijo...

Son de ésas cosas que no podré olvidar jamás... tengo aquéllas sensaciones tan presentes y tan al día, que podría describirlas con todo tipo de detalle...
Al confirmarse que se trataba de varios atentados terroristas, los nervios se apoderaron de mí. En ése preciso momento tuve la certeza de que nadie sería el mismo a partir de aquél momento. Años más tarde confirmo la certeza.
El mundo se derrumbó al mismo tiempo que las torres gemelas, con toda aquélla gente metida allí dentro; y yo también me derrumbé. Me froté los ojos y pensé que todo era una pesadilla; no es una frase hecha sino pura realidad. Fui al baño a echarme agua en la cara; pero no desperté, y hoy, DESGRACIADAMENTE, seguimos sin despertar de aquella maldita pesadilla.

David Rodríguez Seoane dijo...

La verdad es que fue un hecho de esos que saldrán en los libros de texto y con el que nuestros hijos se preguntaran porque sus padres vivían en un mundo tan atroz...si piensan así, el mundo habrá cambiado.

El corto de Sean Penn (al que he puesto un enlace), me parece fantástico...de una manera sencilla lográ extraer de la tragedía la luz necesaría para seguir viviendo, la misma luz que alumbra la ausencia de los que ya no están...

¿Qué os parece el video?

Unknown dijo...

Gallego, me alegro que hayas vuelto al mundo blogguero y que hayas cambiado un poquillo el diseño como hablamos el otro día.
Respecto a lo del 11-S, pues qué decir. Yo aún tengo marcado a fuego aquel momento de encender la televisión después de comer, poner las noticias y ver aquel primer mastodonte ardiendo. No se sabía muy bien lo que había pasado, pero algo hacía pensar que el mundo no sería igual a partir de ese momento, y así fue. El 11-S marcó un punto de inflexión en la historia mundial. La sombra del miedo se apoderó de todo y de todos... ¿Lo habremos superado ya? Yo aún lo dudo...

Publicar un comentario

 

© 2009DE VIAJE POR LOS UNIVERSOS PERDIDOS DE ITACA | diseño Miriam Rodríguez Seoane